26.11.07

“¿Por qué no te callas?” o la colonialidad del poder

Por Boaventura de Sousa Santos *


“¿Por qué no te callas?” Esta frase, pronunciada por el rey de España dirigiéndose al presidente Hugo Chávez durante la XVII Cumbre Iberoamericana realizada en Chile el pasado 10 de noviembre, corre el riesgo de quedar en la historia de las relaciones internacionales como un símbolo cruelmente revelador de las cuentas por saldar entre las potencias ex colonizadoras y sus ex colonias. De hecho, nadie se imagina a un jefe de Estado europeo dirigiéndose públicamente en esos términos a un par europeo, cualesquiera fuesen las razones del primero para reaccionar ante las consideraciones del último. Como cualquier frase que interviene en el presente a partir de una larga historia no resuelta, esta frase es reveladora en diferentes niveles.

En primer lugar, revela la dualidad de criterios para evaluar qué es o no democrático. Está documentado el involucramiento del primer ministro de España de entonces, José María Aznar, en el golpe de Estado que en 2002 intentó derrocar a un presidente democráticamente electo, Hugo Chávez. Como a esa altura España presidía la Unión Europea, esta última no puede siquiera clamar su total inocencia. Para Chávez, al actuar de esta forma, Aznar se comportó como un fascista. Podría llegar hasta a cuestionarse la adecuación de este epíteto. Pero, ¿no hay tantas razones para defender las credenciales democráticas de Aznar, como hizo patéticamente Zapatero, como para denunciar el carácter antidemocrático de su injerencia? ¿Se haría lugar a la misma vehemente defensa si un presidente electo de un país europeo colaborase en un golpe de Estado para deponer a otro presidente europeo electo?

La dualidad de criterios tiene aún otra vertiente: la valoración de los factores externos que interfieren en el desarrollo de los países. En los primeros discursos de la Cumbre, Zapatero criticó a aquellos que invocan factores externos para encubrir su incapacidad para desarrollar a los países. Era una alusión a Chávez y su crítica al imperialismo norteamericano. Pueden criticarse los excesos de lenguaje de Chávez, pero no es posible hacer esta afirmación en Chile sin tener presente que allí, hace 34 años, un presidente democráticamente electo, Salvador Allende, fue depuesto y asesinado por un golpe de Estado orquestado por la CIA y Henry Kissinger. Tampoco es posible hacerlo sin tener presente que actualmente la CIA tiene en curso las mismas tácticas usando el mismo tipo de organizaciones de la “sociedad civil” para desestabilizar a la democracia venezolana.

Tanto Zapatero como el rey quedaron particularmente irritados por las críticas a las empresas multinacionales españolas (búsqueda desenfrenada de lucro e interferencia en la vida política de los países), realizadas en diferentes tonos por los presidentes de Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia y Argentina. Es decir, los presidentes legítimos de las ex colonias fueron mandados a callar pero, de hecho, no se callaron. Esta negación significa que estamos por entrar en un nuevo período histórico, un período poscolonial, teorizado, entre otros, por José Martí, Gandhi, Franz Fanon y Amílcar Cabral, y cuyas primicias políticas se deben a grandes líderes africanos como Kwame Nkrumah. Será un período duradero que se caracterizará por una fuerte afirmación de los países que se liberaron del colonialismo europeo en la vida internacional y se basará en la recusación de las dominaciones neocoloniales que han persistido más allá del final del período colonial. Esto explica por qué la frase del rey de España, destinada a aislar a Chávez, fue un tiro que salió por la culata. Por la misma razón se explican los sucesivos fracasos de la Unión Europea de aislar a Roberto Mugabe.

Pero, “¿por qué no te callas?” es todavía reveladora a otros niveles. Destaco tres. Primero, la desorientación de la izquierda europea, simbolizada por la indignación hueca de Zapatero, incapaz de darle cualquier uso creíble a la palabra “socialismo” e intentando desacreditar a aquellos que lo hacen. Puede cuestionarse al “socialismo del siglo XXI” –yo mismo tengo reservas y preocupaciones en relación con algunos desarrollos recientes en Venezuela–, pero la izquierda europea deberá tener la humildad para reaprender, con la ayuda de las izquierdas latinoamericanas, a pensar futuros poscapitalistas. Segundo, la frase espontánea del rey de España, seguida del acto insolente de abandonar la sala, mostró que la monarquía española pertenece más al pasado de España que a su futuro. Si, como escribió el editorialista de El País, el rey desempeñó su papel, es precisamente este papel el que más y más españoles ponen en cuestión, al abogar por el fin de la monarquía, en definitiva una herencia impuesta por el franquismo. Tercero, ¿dónde estuvieron Portugal y Brasil en esta Cumbre? Al mandar a callar a Chávez, el rey habló en familia. ¿Brasil y Portugal son parte de ella?

* Doctor en Sociología del Derecho (Universidad de Yale), catedrático de la Universidad de Coimbra (Portugal).

22.11.07

ANSELMO MARINI - en el centenario de su nacimiento


Se cumplen cien años del nacimiento de un hombre público de sobradas y comprobadas virtudes republicanas: don Anselmo Antonio Marini.
Es sabido que Marini hizo en la política lo que los romanos definían como "cursus honorum", la carrera de los honores. Pocas veces pudo ser más completa. Inició su vida política en la Universidad Nacional de La Plata representando al claustro de estudiantes en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Jurídicas en 1930. Le tocó ser concejal en su ciudad y presidir el radicalismo platense, compartiendo ese reducto de mentes privilegiadas que integraron Ricardo Balbín, Emir y Amílcar Mercader, Emilio Donato del Carril, ente otros. En 1949 fue diputado en la Convención Nacional Constituyente.
En 1952 integró y presidió el bloque de diputados de la UCR en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.
En 1957 volvió a integrar la Convención Nacional Constituyente ocupando la vicepresidencia 1° del cuerpo.
Desde 1958 hasta la crisis institucional de 1962, presidió el bloque de diputados nacionales de la U.C.R. destacándose su laboriosidad y enjundia.
Desde 1963 y hasta el bochornoso golpe de1966, ocupó el sillón de Dardo Rocha como gobernador de Buenos Aires, en una gestión progresista y ejemplar.
Con la restauración de la democracia constitucional en 1983, le fue encomendada por el gobierno del presidente Alfonsin la representación diplomática argentina ante la hermana República del Perú, desempeñando su misión con la dedicación e inteligencia que había acumulado a lo largo de sus años al servicio de la Patria.
La UCR lo distinguió como presidente de la Comisión Nacional de Homenaje al centenario de su fundación (1990/1992) además de haberle correspondido ser convencional nacional en varios períodos. En 1996 fue designado Miembro de Honor del Instituto Yrigoyeneano,.
Lo acompañaron siempre en su prolongada y fructífera vida, su esposa Edith, su hija María Edith y una legión de nietos y biznietos.
Octavio R. Amadeo en sus brillantes ensayos reunidos en "Vidas Argentinas" al referirse a la vejez de una figura consular argentina dice: "le fué otorgada la vejez, que es casi un virtud. y cuando se llega a ella con salud moral y física, con utilidad social, es como una santidad...Fué un gran viejo; la vejez es una dignidad y una virtud. Producir un viejo es un éxito de la naturaleza y una victoria de la raza". Esto se puede aplicar sin dudar a la figura eminente de Anselmo Marini que alcanzó la senectud con una dignidad y un señorío reconocido y admirado por propios y extraños, sin diferencia de banderías.
En su compromiso ciudadano con los ideales que abrazó desde niño y su consecuencia de conducta sin estridencias, vivió la vida gloriosa de los seguidores sacrificados de Yrigoyen, aquel que exaltó al pueblo a los primeros planos por medio de la revolución democrática que inspiró y llevó a cabo.
El monumento pétreo que espera a Marini y el espiritual que ya tiene levantado en los corazones de sus conciudadanos ha de servir de guía espiritual de una sociedad sedienta de ejemplos morales como el de ese hombre que fue grande sin querer llegar a serlo.

21.11.07

El lugar del desaparecido en el arte

tomas ruiz rivas y el desaparecido en españa y la argentina

Coordinador del encuentro Homo sacer. El lugar de los desaparecidos en el arte, el artista madrileño acaba de realizar un homenaje a las víctimas de la dictadura franquista. Un tópico que, según detalla, al día de hoy está lejos de resolverse en el seno de la sociedad española.


La figura del Homo sacer, rescatada por el filósofo italiano Giorgio Agamben para explicar el estatuto del prisionero del campo de concentración nazi, es quizás hoy por hoy la noción clave para avanzar en una comprensión profunda del terrorismo de Estado. En esta avanzada artístico-política se encuentra Tomás Ruiz Rivas, artista visual, curador independiente, director y creador del Ojo Atómico (antimuseo de arte contemporáneo) y coordinador del encuentro Homo sacer. El lugar de los desaparecidos en el arte, organizado por el Centro Cultural de España (Cceba). El artista madrileño –conocido por sus trabajos sobre la identidad española y la memoria histórica bajo el heterónimo Tom Lavin– plantea que no es casual que sea un argentino, el filósofo Ricardo Forster, quien haya establecido la relación entre el Homo sacer de Agamben y el desaparecido. “El hallazgo de Agamben –escribe Forster– es notable ya que a través de esta oscura figura del derecho romano arcaico logra hacer pensable el mecanismo que constituye la figura del poder soberano como fuente de exterminio, sin contradecir, y éste es el escándalo que subyace a la política de Occidente, al propio derecho. Agamben ha captado ese momento obturado por el logos en el que el humano es despojado de su humanidad, nulificada su existencia y, por tanto, utilizable y eliminable según las necesidades políticas del soberano”.

Las sociedades argentina y española comparten la experiencia traumática de las desapariciones. Las cifras de desaparecidos son similares: unas 30.000 personas, “aunque por la misma naturaleza de esta forma de terrorismo de Estado es casi imposible fijar un número exacto –aclara Ruiz Rivas–. Más en España, donde la mayoría de las desapariciones tuvieron lugar entre 1936 y 1948, y ya han muerto muchos de los testigos que podrían habernos dicho quién, cuándo y cómo faltó de su casa”. Por paradójico que resulte, la desaparición ha llegado a tener estatuto de ley: un decreto conocido como Noche y Niebla, firmado por Wilhelm Keitel en 1941, y cuyo nombre completo era: “Directivas para la persecución de las infracciones cometidas contra el Reich o las fuerzas de ocupación en los territorios ocupados”.

Como Tom Lavin, este creador español realizó la videoinstalación Fosa común, un modo de rendir homenaje a las víctimas de la dictadura franquista. En Madrid, Toledo y México dibujó un mapa en el suelo y desplegó más de 150 kilos de tierra de una fosa común de la provincia de Burgos, donde se hizo una exhumación en el 2000, cuando Emilio Silva, fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), decidió buscar los restos de su abuelo. “El tema de los desaparecidos recién se está empezando a hacer público en España –dice Ruiz Rivas en la entrevista con Página/12–. No sabía cómo abordarlo como artista, pero cuando vi el documental Santa Cruz por ejemplo..., del austríaco Günter Schwaiger, se me ocurrió hacer un gran mapa de España con tierra de fosas comunes. Las reacciones fueron muy variadas, pero hubo mucha gente que se negó a pisar esa tierra. Es una aprensión chocante porque llevamos pisando setenta años esa tierra sin saberlo, o sabiéndolo pero sin querer saberlo.”

–¿Por qué tuvieron que pasar 70 años para que la sociedad española se animara a hablar de las desapariciones durante el franquismo?

–La derecha española construyó su discurso para justificar el golpe de Estado y la Guerra Civil, colocándose en el lugar de las víctimas; apeló a la construcción simbólica de los mártires del catolicismo, que le permitió justificar la necesidad de una acción violenta porque estaban siendo martirizados. Durante cuarenta años se ha borrado literalmente de la historia y de la enseñanza la existencia de la represión franquista. He hablado con personas mayores de derechas que aún dicen que no ha habido tal represión, y hay escritores que han escrito, con una desfachatez absoluta, que la represión fue mínima. De forma sistemática, durante cuarenta años, se consiguió que la represión franquista desapareciera de la memoria colectiva. En los años ’70, poco después de la muerte de Franco, se dio un movimiento civil fuerte de recuperación de restos humanos. En algunas zonas de España se hicieron exhumaciones, con la participación de antropólogos y médicos forenses, y se identificaron huesos. Pero el golpe de Estado de Tejero, en 1981, paralizó todo este impulso de la sociedad de buscar la verdad, de reclamar justicia. La reaparición del fantasma del terrorismo de Estado fue suficiente para que no se volviera a hacer una exhumación en 20 años, hasta el 2000.

–¿Hay una cifra estimada de la cantidad de desaparecidos durante el franquismo?

–No, porque las desapariciones, por su propia naturaleza, no están documentadas, incluso muchos de los archivos de los juicios sumarios, el trámite por el que se condena a muerte a una persona, se han destruido, los cuerpos fueron a fosas comunes, que también han sido levantadas de los cementerios. Las investigaciones para llegar al número de víctimas son complejísimas. La junta de Andalucía está haciendo un mapa en donde llevan localizadas unas 460 fosas comunes y tienen una lista que supera los 35.000 nombres, solamente en Andalucía. La forma de llegar a esta cifra es lateral, porque no hay expedientes policiales o militares que digan: “hemos matado a Federico García Lorca”.

–¿Cómo hace el artista para abordar estos temas tan traumáticos?

–No sabría sentar cátedra sobre la forma de hacerlo, pero parto de un interés personal que no se debe a un trauma directo; en mi familia hay un exiliado, pero no hubo muertos por la represión. Hubo un momento en que me di cuenta de que algo en mi vida estaba mal y que tenía unas raíces más amplias que mi propia biografía. Eso me llevó a intentar entender qué tipos de fracturas había en la sociedad española, lo que me condujo a investigar sobre el franquismo y la represión. Una de las pautas de mi trabajo como artista es colaborar con las organizaciones civiles. No me interesa la distancia del artista que trabaja en su estudio, sino que busco el diálogo con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y con los familiares de las personas enterradas en esas fosas. Lo importante es que la obra de arte exceda las fronteras del sistema artístico, que conecte con otras esferas públicas o campos de conocimiento que le den una capacidad de actuación política, que puede ser reducida, pero que es real. Voy introduciendo mi obra en circuitos que no son artísticos, y para mí es importante porque por lo general el arte contemporáneo es un sistema cerrado en donde este tipo de contenidos tienden a convertirse en una mercancía para un mercado suntuario y pierden cualquier efectividad simbólica.

–Al mismo tiempo que se da esta tendencia de un mercado suntuario, ¿habría una recuperación del arte político en los últimos años?

–Sí, el 11 de septiembre, la guerra de Irak y la catástrofe en la que ha sumergido Bush a toda la humanidad fueron detonantes de la reaparición del arte político. Tenemos problemas acuciantes y el arte no puede estar dedicado a producir objetos costosos dentro de un circuito cerrado. Hay artistas que, así como hacen arte, diseñan moda o hacen joyas y están regresando a una forma de arte que corresponde más al siglo XVIII que a nuestra época. Pero por otro lado, hay gente que entiende que el arte es una actividad política. Los españoles todavía tenemos muchos tabúes y barreras mentales a la hora de acercarnos a este tipo de experiencias políticas como la recuperación de la memoria histórica; no sabemos cómo afrontarlas ni cómo llevarlas al terreno del arte, y el contexto institucional, en general, no facilita mucho las cosas.


LAS LISTAS DE "ROJOS"

Tomás Ruiz Rivas confesó que no tomó conciencia de lo que había bajo sus pies hasta que leyó, en el verano de 2000, la noticia de la primera exhumación realizada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) en una fosa con trece cuerpos, en Priaranza del Bierzo, un pueblo de León. “Desde entonces han desenterrado más de un millar de cuerpos de unas 200 fosas –aclara–. Se trata, en todos los casos, de víctimas de ejecuciones extrajudiciales, de desaparecidos. La cifra es terrible, pero no es más que un botón de muestra.” La ARMH presentó ante el juez Baltasar Garzón, en diciembre de 2006, una demanda contra el Estado español, reclamando que dé cuenta del paradero de 30.000 españoles desaparecidos bajo el franquismo. Un aspecto particularmente tenebroso de las desapariciones zes la participación de la sociedad civil en los crímenes. “Según ha podido averiguar la ARMH, por testimonios de familiares de las víctimas, en los pueblos los elementos afines a la sublevación militar elaboraban listas de ‘rojos’, que se intercambiaban con los fascistas de los pueblos vecinos, de modo que cada grupo se ocupaba de hacer desaparecer a los ‘rojos’ del vecino –precisa Ruiz Rivas–. Falangistas, guardias civiles, particulares y miembros del clero ejecutaron materialmente el plan de exterminio de los posibles opositores a partir septiembre de 1936, y en especial en las provincias que se unieron desde el principio al golpe de Estado, y donde no hubo frente de guerra. La fecha es relevante, porque las desapariciones, al menos en Castilla y León, empiezan dos meses después del alzamiento en Melilla, cuando se está formando una resistencia popular que contendrá el avance de las tropas de Franco en Madrid, otros dos meses después, en noviembre de 1936. Esto, y el sistema de listas cruzadas, es lo que nos permite pensar que las desapariciones no fueron fruto de una explosión espontánea de ira, como se ha dicho tradicionalmente, sino de un plan perfectamente articulado.”

1.11.07

30 de Octubre - Algo más que nostalgia

Raúl Alfonsín fue el primero en salir a la arena el 16 de julio de 1982, realizó, en la Federación Argentina de Box, un importante acto donde el público supero holgadamente las expectativas de los organizadores.
El 7 de diciembre de 1982 el jefe del Movimiento de Renovación y Cambio de la UCR, congregó más de 30.000 personas en el estadio Luna Park. Más aun también fueron masivos los actos de Luis León y de De la Rua realizados en ese mismo lugar, lo que hablaba de lo que producía el radicalismo en la gente
La figura de Alfonsín hacia desbordar los locales partidarios, la gente concurría masivamente a afiliarse, esto fue decisivo en las elecciones internas en todo el país. En las elecciones que se realizaron en el invierno del 83, Alfonsín lograría imponerse en todos los distritos. El 29 de julio de ese año era designado Presidente del partido.
Dos días después, el 31, la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical lo proclamaría como candidato a la Presidencia de la Nación secundado por el Dr. Víctor Martinez.
Durante toda la campaña electoral, Alfonsín apelaría a un recurso tan noble como efectivo: todos sus discursos finalizaban recitando textualmente al Preámbulo de la Constitución Nacional, a modo de credo colectivo.
Lanus, Avellaneda,San Justo, La Plata y el país entero vibraban, deliraban en actos masivos, en ellos Alfonsín apelaría a un recurso inolvidable, el preámbulo que era recitado como un credo A la contundente consigna "¡Ahora Alfonsín!" se sumaba otra igualmente efectiva: "Somos la Vida", quien podrá olvidar ese gesto con las manos agarradas y los calcos de R.A..
Estallo Ferro, a fines de septiembre, en un acto en el que se debió poner pantalla gigante afuera, la gente sobre la avenida avellaneda llegaba a flores, finalmente el acto en la 9 de julio con un millón de personas en la calle.
Recuerdo que tarareábamos ese poema maravilloso de MARIO Benedetti y Favero

Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la Vida
y porque no podemos, ni queremos
dejar que la canción se haga cenizas.
Cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto, ni la bronca.
Cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota.

Ese 30 de octubre el pueblo consagro a Alfonsin presidente, se abría una etapa única e inolvidable.

Más allá de balances, que maravilloso recuerdo el de esos días, en mi caso tenía 20 abriles como muchos que nos iniciábamos en la militancia, la de las paredes pintadas por militantes, las de comités bulliciosos, la de infinidad de actos por doquier, de muchos sueños.

Quizás en este panorama del radicalismo de hoy, es bueno detenernos un instante a recordar esos días, quizás el repensar esos sueños y utopías, nos de la fuerza para consumar la obra como dijo nuestro fundador. Todos juntos, haremos que el radicalismo vuelva a sus horas mas gloriosas. Que así sea.


Dr. Gustavo Aramburu