24.4.08

Dictamen sobre los estudios universitarios del Dr. Hipólio Yrigoyen



A petición del señor Vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, profesor doctor Tulio Ortiz, se emite opinión fundada acerca de la cuestión relativa a la condición del Dr. Hipólito Yrigoyen de egresado de la mencionada alta casa de estudios superiores.

Corresponde señalar en primer término que Hipólito Yrigoyen ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires en 1874. Sus biógrafos han coincidido en afirmar que inició sus estudios de abogado cuando se desempeñaba como comisario de Balvanera. No coinciden sin embargo con referencia al resultado final de sus estudios universitarios.

Carlos J. Rodriguez, quien lo frecuentó y fue su ministro, dijo que completó el curso teórico de abogacía, señalando que ello constaba en la página 1° del Libro de Actas de exámenes de la Facultad de Derecho, año 1878; pero estimó que no obtuvo el doctorado, faltándole los procedimientos y la tesis.

El historiador Luis V. Sommi, de nula filiación radical, sostuvo que "era por supuesto abogado" pero no se doctoró, agregando que "es muy posible que las personas que pretendieron perjudicarlo hayan hecho desaparecer los asientos de sus últimos exámenes".

Algo similar aseveró quizá quien fue su más importante biógrafo, Manuel Galvez quien se pregunta en "El Hombre del Misterio": "¿Alguna mano enemiga arrancó tal página para perjudicar al político que, según sus adversarios, se dejó llamar doctor sin serlo? Todo ha de ser misterio en la vida de Hipólito Yrigoyen".

Y Félix Luna, su otro gran biógrafo, asegura que rindió todas las materias teóricas faltándole los procedimientos, anotando que ellos se consideraban satisfechos dando examen ante la Academia de Jurisprudencia o practicando como "meritorio" en los tribunales.

En la revista "Todo es Historia" en su número 2, el autor Felipe Cárdenas (h), que es un seudónimo de su director, el ya citado Félix Luna, sostuvo "parece que Yrigoyen terminó sus estudios de abogacía, aunque no presentó la tesis indispensable para ser stricti juris, un doctor".

Por su parte, Alberto González Arzac afirma en "Hipólito Yrigoyen doctor", revista Todo es Historia N° 35, que "Yrigoyen tenía título habilitante...porque está confirmado en una nota donde Alem le pidió a Dardo Rocha que nombrara a Yrigoyen en algún puesto vacante, diciendo que "auditor de Marina podría ser también", cargo para el que como es obvio resultaba indispensable ser abogado.

Vale señalar que sus muchos amigos y correligionarios muchos de ellos graduados universitarios y aún adversarios políticos de renombre como Carlos Pellegrini, le discernían el tratamiento de "doctor", siendo improbable que se le adjudicase con habitualidad un grado del que carecía.

Como dato adicional se agrega que en la sesión especial de la Cámara de Diputados de la Nación del 3 de julio de 1958 (Diario de Sesiones, Año 1958, Tomo II, Imprenta del Congreso de la Nación), el diputado Carlos Ernesto Camet sostuvo "tengo sobre mi banca, por gentileza del señor Decano de la Facultad de Derecho, el Libro de Exámenes de Derecho Civil que se comenzó a usar en 1876. El Plan Alberdi que regía en ese entonces y comprendía cuatro cursos y por la modalidad de los exámenes, Derecho Civil IV, se daba después de Economía y de Derecho Constitucional que eran las restantes materias del mismo. El acta es del 28/03/1878; en ella consta que el examen comenzó a las 8 de la noche y terminó a las 11 p.m. La mesa examinadora estaba integrada por Leopoldo Basavilbaso como presidente y José María Moreno y Pedro Goyena como vocales. Se tomaron exámenes en el mismo acto del III Curso y de los finales de Derecho Civil correspondientes al IV Curso a los alumnos Daniel Escalada, Eduardo French, Hipólito Irigoyen, todos aprobados con 13 puntos". El informe en cuestión obra en el libro "Los reelegidos. Roca, Yrigoyen, Perón", del Dr. Eduardo Bautista Pondé, que fuera por varios lustros presidente del Instituto Yrigoyeneano antes de su nacionalización mediante Ley N° 26.040.

De resultas de ello, se infiere que para rendir Civil IV se necesitaba haber aprobado previamente las otras dos materias, de modo que la aprobación de Civil IV implicaba la graduación como abogado.

Puede considerarse que la negación de su condición de abogado fue más bien un artilugio o un recurso tendiente a denostarlo, de los tantos a los que recurrió la oposición política de Yrigoyen en su lucha contra él.

La obra política de Yrigoyen reviste un hondo contenido jurídico. Conociendo y encontrándose comprobada su inveterada costumbre de tomar directa participación en los proyectos de leyes, mensajes al Congreso y aun sus memoriales a la Corte Suprema, escritos de puño y letra anciano y enfermo en su confinamiento en Martín García (sólo auxiliado por un ejemplar del Diccionario de la Real Academia Española) denotan la profunda versación jurídica del hombre a quien reiteradas veces con ánimo denigratorio se ha negado la condición de hombre de derecho, algo que pareciera cuando menos injusto, si no ridículo.

Por las razones expuestas, este Consejo se expide en el sentido de recomendar el reconocimiento de la condición de egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires a Hipólito Yrigoyen.

Firmado:

El Consejo Directivo del Instituto Nacional Yrigoyeneano

Víctor Martínez, Diego Barovero, Fernando Blanco Muiño, Miguel Angel Mieres, Pablo Díaz, Alberto Gónzález Arzac, Renzo Breglia, Miguel Angel Espeche Gil, Fiz Antonio Fernández, Jorge Reinaldo Vanossi, Osvaldo Alvarez Guerrero, Guillermo Gasió.

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