30.4.06

Richard Pueyrredón



Ricardo Honorio Pueyrredón

"Richard"

Nació el 7 de octubre de 1910

Falleció el 29 de abril de 2006

Hace algo más de diez años, el 23 de septiembre de 1995, en ocasión del cincuentenario de la muerte de Honorio Pueyrredón me correspondió el honor de hablar en nombre del Instituto Yrigoyeneano junto a la bóveda familiar y rodeado de los descendientes del prócer.

Sostuve entonces que hacer mención del ilustre apellido era referirse a la Patria misma, a su historia, a sus tradiciones, a su gloria, a sus esperanzas. Juan Martín, Prilidiano, Adolfo, Honorio...Richard.

Ahora mismo, cuando despedimos de la vida terrena a uno de los vástagos de esa noble estirpe de los Pueyrredón, nada menos que al entrañable Richard aquél concepto adquiere singular vigencia.

Al hablar de Richard Pueyrredón hablo de la Patria y de la Unión Cívica Radical, las cuales junto con su familia fueron destino de su amor y dedicación constante e inquebrantable.

Porque Richard mamó desde el seno materno el sentimiento de argentinidad y de radicalismo que iluminaron y guiaron su largo derrotero de noventa y cinco años en nuestra tierra.

Tuve la distinción de su amistad sincera y simple. Así, tuve el privilegio de compartir largas charlas sobre la historia de la UCR y de sus grandes hombres, entre los que no dudo en incluirlo a él mismo.

Richard contaba aquellas historias de lucha en defensa de la democracia y la libertad como quien cuenta anécdotas familiares y así era efectivamente...porque eso formaba parte de la vida cotidiana de su familia.

Tengo para mi inumerables consejos, lecciones, frases, máximas que quedaron grabadas en mi memoria como fruto de aquellas conversaciones a las que solía asomarse con amorosa discreción su entrañable Elenita - que lo precedió en el camino celestial - para ofrecer un café y algo dulce para matizar. Seguro aparecía verborrágica e hiperactiva Gloria para sumar su visión femenina de militante comprometida y hasta se podía hablar unas palabras de música con César "Banana"...Estar allí era sentirse "en casa"...

Inolvidable será el recuerdo de su devoción filial por Honorio el ilustre Canciller que retiró la delegación argentina de la Sociedad de Naciones por mandato del Presidente Yrigoyen tras la Gran Guerra.

De aquel episodio guardo un recuerdo que merece compartirse...Richard contaba que tenía ocho años cuando su padre regresó de esas extraordinarias jornadas de Ginebra y en su casona de la calle Juncal y Cerrito una multitud esperaba la llegada del Canciller. Y también se hizo presente nada menos que Yrigoyen, quien junto con Pueyrredón salió al balcón de la casa a saludar a los presentes que vivaban al gobierno que había defendido el honor nacional y mantenido una actitud de firme principismo en el cocierto internacional y contra todo lo que sostienen historiadores y biógrafos...Yrigoyen habló desde allí a la muchedumbre!!

Cuántos recuerdos...la estancia en Washington cuando Honorio fue embajador de Alvear; la campaña por la gobernación bonaerense en 1931 cuando aceptó la nominación diciendo "no acepto, acato"; la presidencia de la Convención cuando Richard le grababa los discursos inaugurales en discos de pasta...

Y la hermandad con Ricardo Balbín! Y con Larralde! A Richard le tocó acompañar a ambos en distintas campañas, algunas como candidato también - aunque nunca fue electo legislador -pero las más de las veces como creativo y publicista...y nunca cobró, aunque la situación lo exigiera...nunca fue acreedor de su partido y de su causa!

Richard fue un testigo privilegiado de hechos y circunstancias trascendentales de nuestra historia. Y afortunadamente fue cronista de muchas de ellas.

Don Arturo Illia como presidente le encomendó la embajada en Canadá y además llevarle una carta al presidente Kennedy anunciándole que cumpliría su promesa de campaña y anularía los contratos petroleros lesivos del interés nacional.

Y Raúl Alfonsín le encargó el ceremonial de la presidencia al "cajetilla". Y desde allí asistió al milagro de la reconstrucción artesanal de la democracia, día a día...Y vivió las visitas de los principales jefes de Estado y de gobierno del mundo, la paz definitiva con Chile, el juicio a las juntas militares de la dictadura, los alzamientos carapintadas, los trece paros de la CGT, el traspaso del poder en 1989...Volcó gran parte de esos recuerdos en un libro encantador: "Vos, Señor Presidente". Y prometió otro, que no sé si terminó de escribir, pero del cual me mostró originales...sería fundamental que se editara, aún inconcluso...quería llamarlo "Vida, nada me debes".

Su recuerdo permanecerá inalterable en el corazón y la mente de todos cuantos los conocieron y lo amaron, porque era imposible lo primero sin lo segundo. Todo aquel que llegara a conocerlo iba a amarlo por la sencillez de su espíritu y la grandeza de su corazón, fuerte, que resistió mucho la desgracia, la pérdida, pero que latió con tanta fuerza que mantiene viva la llama de la amistad y la admiración de todos los que quedamos en este mundo.

Diego Barovero

3.4.06

Yrigoyen: el primer presidente de la democracia

Por Matías Bailone. Instituto Nacional Yrigoyeneano.


El 2 de abril de 2006 se cumplen noventa años del triunfo electoral de la Unión Cívica Radical, con el cual el Dr. Yrigoyen como primer presidente democrático y republicano de la historia argentina quedó consagrado por el voto secreto, universal y obligatorio. Era la primera elección donde se aplicaba la Ley Saenz Peña, conseguida por la Revolución de 1905 que protagonizó el propio Hipólito Yrigoyen.

Habiendo obtenido más de 370.000 votos, es decir casi el 49% de los votos válidamente emitidos, la fórmula radical se alzaba ganadora aquel 2 de abril de 1916 con 152 electores. El 20 de julio siguiente el Colegio Electoral designó la fórmula del Dr. Hipólito Yrigoyen y del Dr. Pelagio B. Luna como Presidente y Vice de la Nación Argentina, para celebrar la asunción el día 12 de Octubre.

Así se terminaba con una democracia formal que había retrasado con sus prácticas deleznables y sus intereses de clase con el programa de gobierno que establecía la Carta Magna. La Argentina era un país que se levantaba en el concierto de las naciones con hidalguía y fortaleza, pero que necesitaba una urgente reforma institucional y política que sólo podía comenzar con un gobierno elegido democráticamente como el que encabezó Yrigoyen.

La llegada al poder del líder radical se había iniciado con el abstencionismo durante los procesos eleccionarios plagados de ilegalidades, donde las prácticas corruptas del antiguo régimen impedían el ejercicio del sufragio libre y secreto. El radicalismo luchó contra esa praxis electoral hasta llegar a la Revolución de 1905 que lideró un abnegado Hipólito Yrigoyen. Si bien esa revolución fue vencida, sus principios se enarbolaron como estandartes de un nuevo paradigma político que ya el régimen que durante treinta años gobernó la Argentina no podía obliterar.

El Radicalismo de Santa Fe había organizado antes de las elecciones presidenciales una marcha multitudinaria donde cada ciudadano llevara brazo en alto su libreta de enrolamiento, denostando una de las prácticas más comunes del régimen imperante: la compra de libretas a los peones rurales el día de las elecciones.

El régimen gobernante compuesto por la oligarquía, que ya no era liberal e ilustrada como la decimonónica, dio muestras de apertura cuando el Presidente Roque Saenz Peña convoca a Yrigoyen para un diálogo político. De aquel encuentro surge el código electoral que lleva el nombre del primero, y que habilita la instancia para que Yrigoyen, siendo el paladín de la democracia representativa, llegue a ocupar la Primera Magistratura de la Nación.

No fue fácil el camino que lo llevó a la Casa Rosada, especialmente porque el régimen agotó todas las posibilidades de un continuismo de sus políticas y de sus hombres, y al decir de Horacio Oyhanarte: "el régimen no tuvo ni la dignidad de su caída".

El 12 de Octubre Yrigoyen asumía las altas responsabilidades para las cuales se había preparado, y a las cuales terminó por ofrendar en holocausto de civismo su propia vida. Ese mismo día moría el cantor Gabino Ezeiza, que había sido símbolo del viejo radicalismo, de las luchas de Alem y de la Unión Cívica, y cuando le contaron al Presidente a punto de asumir, con tristeza y resignación, dijo: "Pobre Gabino! El sirvió". Se condensaban en Yrigoyen con la banda presidencial las luchas de Leandro Alem y también el ideario de los constituyentes de 1853-1860.

La obra de gobierno yrigoyeneana podría ilustrarse con algunos de sus logros, como la Reforma Universitaria que fue lumen de los movimientos ilustrados de América Latina, la creación de YPF y la defensa del petróleo en la genial obra del General Enrique Mosconi, la jornada laboral de ocho horas en consonancia con las luchas de Palacios y el socialismo argentino, las primeras leyes provisionales, la creación del Banco Agrario, y el establecimiento en la República de más de tres mil escuelas. Todo ello con un Congreso opositor, con sólo cuatro provincias de su signo político y con una prensa despiadada en continuo ataque.

El escritor Eduardo Mallea recuerda el triunfo de Yrigoyen de esta forma: "Sobrevino un estado de pureza cívica, una gran seriedad de conciencia culminó en 1916 con el advenimiento de un gobierno austero y popular… era una gran necesidad civil de decencia contra muchos años de explotación y de fraude." (Mallea, Eduardo: 'El sayal y la púrpura', Losada, 1941)

Nicolás Repetto el hombre del socialismo dijo del Presidente Yrigoyen el 5 de julio de 1933 en la Cámara de Diputados: "A Yrigoyen le ha sido dada experimentar la satisfacción más grande a la que pudo aspirar un hombre de su acción: contribuyó a derrocar el régimen de las viejas oligarquías e inauguró el primer gobierno verdaderamente democrático del país. Este sólo hecho basta para asegurarle un puesto señalado y definitivo en la historia argentina"

El INSTITUTO NACIONAL YRIGOYENEANO que viene rescatando, estudiando y divulgando la obra y el legado del Dr. Hipólito Yrigoyen desde 1948, fue elevado a la categoría de Instituto Nacional dependiente de la Presidencia de la Nación con la Ley 26.040 del año pasado. Todas sus actividades y publicaciones se encuentran en su nueva página web: www.yrigoyen.gov.ar