16.1.06

42 años de la Ley Oñativia

Hace hoy 42 años ingresaba al parlamento un proyecto de Ley de Medicamentos - luego Ley Nº 16462 -, inspirada por el ministerio de Salud Pública encabezado por doctor Arturo Oñativia durante la Presidencia de Don Arturo Illia.
La ley por él impulsada promovia la toma de conciencia del medicamento no como una mera mercancia ; el precio -regulado por el Estado y aun congelado- debería garantizar su acceso a la población, aún contra las presiones de las multinacionales.
Los intereses heridos de aquellas empresas multinacionales fueron de rol protagónico en el proceso de derrocamiento del gobierno democratico de Illia.
La ley Oñativia es un claro ejemplo de la consecuencia y coherencia de los gobiernos radicales en el respeto al derecho de acceso a la salud por parte de todos los habitantes.

Dr. Gustavo Aramburu

40° Aniversario de la "Ley Oñativia". Facultad de Medicina. UBA

Comenta: Inés Méndez. Estudiante de Medicina, UBA.

Hace escasas dos semanas tuvo lugar en la Facultad de Medicina, UBA una reunión conmemorativa al 40ª aniversario de la ley Oñativia (1): poca gente, quizás poca gente enterada del contenido de la ley Oñativia, quizás poca gente enterada de la existencia de la ley Oñativia. De aquellos conocedores de la ley, asistieron los que la defienden; los que insisten en que debe ser cumplida simplemente por su carácter de ley, sino por la coherencia de sus artículos. Supo haber, por qué negarlo, detractores. Pero sólo asistieron; no permanecieron (2). Conoce Ud. esta ley? No? Y la ley de medicamentos, la que otrora hiciera caer al gobierno de Illia "por incompetencia en sus funciones"?. Sí, señor lector, es la misma.
A modo de sencillo prólogo podría recordar Ud que el Dr. Oñativia fue Ministro de Salud durante el gobierno del Dr. Illia, y la ley por él impulsada promueve la toma de conciencia del medicamento como bien no intercambiable; el precio -regulado por el Estado- debería garantizar su acceso a la población, aún contra las presiones de las multinacionales; se prohíbe por tanto su publicidad; establece pautas muy claras para su distribución y comercialización así como las penas correspondientes a su incumplimiento. Los intereses heridos de aquellas empresas multinacionales fueron de rol protagónico en el proceso de derrocamiento del gobierno de Illia, y con ello la burla liberal de la ley Oñativia.
Teniendo en cuenta el contenido de la esta ley y homenajeándola, los expositores -profesionales médicos y farmacéuticos, docentes universitarios y funcionarios políticos algunos de ellos-(7) se extendieron en sus aspectos fundamentales: Aquellos sobre los que, esto que llamamos Estado hace la vista gorda; patentes farmacéuticas, publicidad de medicamentos y desarrollo del precio de éstos. Al concebir al medicamento como bien de mercado, es imposible no pensar en el derecho a la propiedad intelectual-patente farmacéutica, aquella que protege al descubridor-inventor-creador de algo; pero ese algo en este caso es en realidad aquel bien social que defendía el Dr. Oñativia, y al definirlo como social, esta propiedad intelectual indefectiblemente se opone al derecho a la salud: si la emergencia supera a la demanda de medicamentos, esa patente farmacéutica ya no tiene razón de ser. Existen acuerdos internacionales que avalan esta postura, pero si la mano del gobierno no los gatilla por sumisión o cooperación con las naciones opresoras... Si extrapolamos el párrafo anterior a la realidad de la publicidad aberrantemente explícita de los medicamentos, encontramos una vez más que pisoteando los postulados de la ley en cuestión, los intereses inescrupulosos de gigantescos laboratorios ubican su producto como bien de mercado, como la promoción de un CD por una discográfica. No se acostumbró Ud. ya a ver interrumpida una escena televisiva por el acoso de un antiácido o un antiinflamatorio que milagrosamente cura todos los dolores y no tiene un solo efecto indeseado? Esto es lo peligroso: Ud. ya se acostumbró. Contrarrestar este efecto ha sido el objetivo de algunos de estos profesionales; mostrar el efecto más indeseado de cualquier medicamento, su publicidad con las previsibles consecuencias de automedicación (cobertura legal: "Ante cualquier duda consulte a su médico"). El precio también ha sido tema de debate: Para quien acepta de buen grado el precio de un medicamento, descubrir que éste es absolutamente arbitrario es apenas indignante, y para aquel que no lo acepta porque no puede pagarlo, tomar conciencia de esto siembra una actitud rebelde, quizás hasta violenta. Se lo puede juzgar? (Actualmente la gran mayoría de la población argentina; actualmente los chicos argentinos -cuanto más alejados de la Capital vivan- siguen infectándose/infestándose y muriendo, por no tener acceso a condiciones sanitarias dignas. Por inanición. No pueden comer; podrán pagar un antibiótico? Y si en la caja del Remediar se olvidaron de incluirlo?) "El que elige no paga, y el que paga no elige" (3)Concluyendo: En esta reunión se defendió con vehemencia la posición del medicamento como bien social, por tanto la regulación de su precio por un Estado lúcido (hasta que no tengamos este Estado, y no el modelo neoliberal de empresas privadas que nos gobiernan...), y desprendiéndose en forma lógica, implementar la prohibición de su publicidad por inescrupulosos laboratorios que para imponer su producto en el mercado pueden llegar a falsear los resultados de sus investigaciones (4). Se podría tomar como alegato virtual a esta condena a la libertad de circulación y fijación de precios de medicamentos, la información que la FDA (5) divulgó y se aceptó gracias a la globalización: "Interacciones de medicamentos y las medicinas sin receta médica: Lo que Ud.debe saber"(6). De todas formas, sobrevolar esta imposición de acatamiento a condiciones tan opresoras como cumplir con los plazos de una patente farmacéutica, aún ante la emergencia sanitaria, toma quien escribe -como impresión personal- ha sido el ideal que convocó a esta reunión.

Buenos Aires, octubre de 2004.

2 comentarios:

René FErnández dijo...

Desearia que se publicitara el proyecto original de proyecto ya que tuvo modificaciones posteriores que estimo no son deseables.
"Poderoso caballero es Don Dinero"

Anónimo dijo...

La mas fuerte industria del mundo.