Nuestra Indo-ibero-américa suele reservar el título de "libertador" para los próceres que llevaron a cabo la independencia de nuestros países y pusieron fin a la dominación ibérica -y está bien-.
Pero ¿de qué sirve la ruptura con la metrópoli de la que fuimos colonias o provincias si después de la independencia no adviene una organización sociopolítica que constitucionalice un régimen de libertad?
Desde el 25 de mayo de 1810 fue largo, sinuoso y difícil el proceso que, superando idealismo, fracasos y avatares, desemboca -lucha armada mediante- en el Congreso Constituyente de Santa Fe tras la tiranía de Rosas. La generación del 37 había dejado su aporte fecundo.
¿Quién fue de ahí en adelante el arquitecto de nuestra libertad? ¿Quién nos hizo posible pisar el umbral de la organización constitucional para iniciar, a partir de 1853, un trayecto de progresiva cultura democrática? ¿Quién impulsó la remoción de todos los factores y condicionamientos negativos para dar paso a los que habían de dar funcionalidad a nuestra liberación?
El ingeniero de la libertad, el Libertador de nuestra organización independiente, el autor de la República Argentina como unidad de provincias preexistentes es Justo José de Urquiza.
En el bicentenario de su natalicio nuestro constitucionalismo debe saludarlo y honrarlo como al Libertador de la República. Así comprometemos, en homenaje a su memoria, nuestro deber de vigilancia y de acción para que nunca más nuestra libertad se aparte de los valores de la constitución: la histórica de 1853/1860, con sus reformas de 1957 y 1994.
Además, este recordatorio es un anticipo de las celebraciones con que, en poco tiempo más, también conmemoraremos el sesquicentenario de la batalla de Caseros y de la constitución de 1853. Son todos tramos de un mismo camino: el de nuestra identidad constitucional o, si se prefiere, de nuestra constitución cultural.
Dr. Germán Bidart Campos
Publicado en: LA LEY 2001-B, 1389
En el bicentenario de su nacimiento - 1801/18 de octubre/2001
1 comentario:
Que grande Germán. Se lo extraña
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