Por Tomás Echenique Cabanillas

“La Corrupción de los gobiernos

comienza casi siempre por la

de sus normas y principios”

Montesquiu

Observo perplejo, el momento que estamos transitando como sociedad. Mi asombro es el no poder comprender como dejamos pasar tantas cosas sin que digamos nada. Hay un silencio general que causa asombro y del que nos tenemos que ocupar.

En estos días se están definiendo asuntos que tienen una trascendencia de tal magnitud que me hace pensar que no somos consientes de lo que se esta resolviendo.

Estamos hablando de los Superpoderes, como en la época de Rosas. Estamos hablando, de la deuda que Argentina tiene con los acreedores locales y del exterior.

Estos dos temas aunque parezcan antagónicos, tienen un mismo patrón que los rige: La Constitución, y la indiferencia que mostramos como sociedad, frente a los grandes asuntos de la vida político-institucional de la República.

Nuestra Carta Magna en su articulo 75 inciso 7, sobre las atribuciones del Congreso expresa que sólo le corresponde a ella “arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la nación”. Mas adelante en su articulo 76 enuncia : “ Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo materias determinadas de administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el Congreso establezca. ...” .- Es decir que en ambos casos, el tratamiento le atañe al Congreso de la Nación.

En la actualidad el Congreso está delegando facultades exclusivas. Esta cediendo a otro poder, en este caso el Ejecutivo, el tratamiento y debate que le corresponde al cuerpo legislativo. Claro está que siempre hay casos excepcionalísimos, aunque en la actualidad estamos tornando a lo particular en algo frecuente que atenta contra el sistema.

Comienzo a indagar que nos esta pasando y por que no hay voces que se levanten contra estos atropellos. ¿ Es que estamos ciegos o que simplemente por alguna noticia halagüeña, dejamos que hagan y deshagan de nuestras instituciones en desmedro del futuro?.

Vivimos en una Nación desvirtuada, y a la que llevaremos al fracaso si seguimos con estas practicas. Nos conformamos con los “cuentos chinos” con esos regalos de navidad, propio de la demagogia barata que tanto males trajo a la República.

Hace apenas unos años, la Argentina vivía uno de sus momentos mas traumáticos. Todavía escucho el retumbar de las cacerolas. ¿Que nos paso? ¿Es necesario volver a ese tiempo para darnos cuenta donde estamos parados?.-

Hallo una triste conclusión a mis interrogantes: este conformismo e indiferencia que mostramos, es que mientras no me toquen el bolsillo , mientras me den algún plan trabajar o alguna otra dadiva, no reclamo, demostrando una vez mas nuestro individualismo. Tenemos de una vez por todas que dejar de privilegiar, como hacia Platón, él yo para pensar en el nosotros.

Señores: esta vez no roban nuestro bolsillo, pero están robando y ultrajando algo todavía mas importante y trascendente que es la esperanza de ver un país serio, un país donde nos podamos refugiar con el manto de la verdad para sentirnos dignos hijos de ella. “Hoy somos nosotros los protagonistas de esta historia y seremos los responsables ante las generaciones futuras, de no haber cumplido con los postulados de la Constitución y de no ver realizada en plenitud a nuestra Argentina”.

Abrigo la esperanza de que mis palabras puedan servir para que reflexionemos y realizar así el país de nuestros sueños.-