Declaración de la Comisión Permanente (23 de agosto de 2006)
A los hermanos que creen en Dios
y a todos los hombres de buena voluntad:
Como pastores de la Iglesia, les escribimos con la preocupación y la esperanza del amor que les debemos.
Hace pocos días una señora se presentó a un sacerdote con una hija discapacitada y con profunda alegría le dijo: “Gracias, padre, hace unos años usted me ayudó a ver claro. Yo estuve a punto de abortar ante la evidencia de las malformaciones de mi hija cuando estaba en mi vientre. Usted me ayudó a no hacerlo. Hoy esta hija es la que da sentido a mi vida. Aún con su discapacidad es la alegría de nuestra familia”.
Nuestra experiencia eclesial puede mostrar miles de situaciones como ésta. ¿Cuál fue el móvil de ese sacerdote al ayudar a esa mujer? ¿Cuál es nuestro móvil al dirigirnos a las autoridades, a nuestros representantes y a todo el pueblo tratando de apostar por la vida e impedir la legalización del aborto? Créannos: sólo nos mueve el profundo amor de Dios por todos nosotros. Sólo nos mueve el deseo de valorar cada una de las vidas que se engendran y que ya son un ser constituido en el vientre de la madre.
Todos apreciamos lo que hizo la Madre Teresa por cada uno de esos seres débiles, olvidados de la sociedad, excluidos, moribundos en las calles. Esa mujer, de quien nadie puede dudar que sólo era impulsada por el amor, puso tanto empeño en ocuparse de los moribundos como en impedir que las madres cayeran en el gravísimo error de abortar a sus hijos.
Muchas veces se nos quiere hacer aparecer como retrógrados o fundamentalistas ante el tema del aborto. Se acepta y valora el trabajo de la Iglesia en favor de los pobres, pero se nos descalifica cuando defendemos el derecho a la vida. ¿Qué nos pasa como sociedad? Toda la tradición judeocristiana basada en los mandamientos de la Ley de Dios por miles de años consideró que el aborto es un crimen. ¿Qué luces ha recibido esta nueva cultura, qué revelaciones se nos han manifestado para descubrir que lo que siempre fue un mal tan grande hoy ya no lo es? También en otros tiempos hubo abortos, pero siempre se consideró que era un mal a desterrar. Las culturas cambian, pero los fundamentos esenciales de las personas permanecen. La Ley de Dios y el sentido común nos han enseñado que la vida es un gran bien que debemos preservar desde el momento que comienza.
Seguramente muchos de ustedes han visto la película en la que se ha filmado un aborto (El grito silencioso). La técnica nos permite apreciar que no hay ninguna diferencia entre destrozar el cráneo de esa pequeña criatura ya gestada o cometer el homicidio de un niño que camina por la calle.
En nuestros días se ha reavivado la polémica sobre la despenalización del aborto con motivo de situaciones muy dolorosas que afectan la vida de una joven discapacitada y de un ser inocente por nacer. Lo trágico de esta situación no puede hacernos olvidar que podemos asesinar a un inocente.
Esta polémica no es una discusión más entre tantas. Es una cuestión de fondo. Nunca, como en este caso, puede decirse que es una cuestión de vida o muerte. Tan es así, que involucra a todos los ciudadanos de cualquier credo o condición social. ¿Cuál será la opción de los argentinos? Cada uno en su conciencia debe discernir si quiere una sociedad que respete la vida de todos los seres engendrados. Los que creemos en Dios debemos darle ante todo a Él la propia respuesta. A los que no creen, los invitamos a que consideren qué les dice el sentido común frente a un ser ya engendrado que es verdadero sujeto de derechos humanos. A todos les pedimos, es más, les rogamos asumir este tema con la seriedad que se merece.
Los cristianos, como nos enseña San Pablo, no entristezcamos a Dios: no sembremos la cultura de la muerte en nuestra sociedad. Por el contrario, sembremos la esperanza y la alegría que provienen del amor de Dios por sus criaturas. Así nos lo enseñó Jesús, quien pidió al Padre que no se pierda ninguno de los hermanos.
María, que en Belén alumbró al Hijo de Dios, nos ayude a optar siempre por la vida.
Buenos Aires, miércoles 23 de agosto de 2006
144ª Reunión de la Comisión Permanente de la
Conferencia Episcopal Argentina
Antonio Beristain Ipiña, S. J.
Sacerdote jesuita y penalista liberal
del libro: "El Aborto y la cuestión penal" de Rubén Figari y Matías Bailone, Mediterránea, Córdoba, 2006.
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Más datos del penalista Padre Antonio Beristain:
Antonio BERISTAIN IPIÑA, S.J., Fundador y Director del Instituto Vasco de Criminología (1976-2000), Catedrático de Derecho penal, inició su docencia en esta disciplina en la Universidad de Deusto (1958-1967), después pasó a las de Valladolid (1967-1968), Madrid (1968-1970) y Oviedo (1970-1973). En enero de 1973 se incorporó a la Universidad del País Vasco, donde ha dirigido el Departamento de Derecho penal. En la actualidad es Profesor Emérito de la Universidad del País Vasco, Director Honorario del Instituto Vasco de Criminología y Presidente del Consejo de Dirección del Centro Internacional de investigación sobre la delincuencia, la marginalidad y las relaciones sociales.
Se ha especializado y ha trabajado sobre temas penales, victimológicos, criminológicos, penitenciarios, etcétera, en varias Universidades europeas y americanas, especialmente en Friburgo de Brisgovia y en París. Es Miembro del Consejo de Dirección de la Sociedad Internacional de Criminología, Miembro del "Editorial Board", de International Journal for the Sociology of Law (Londres, Nueva York), Miembro del Beirat del Internationales Dokumentations- und Studienzentrun für Jugenkonflikte (Wuppertal, Alemania), Correspondant de la Revue de Science criminelle et de droit pénal comparé (París), de la Revue de droit pénal et de criminologie (Bruselas), Miembro correspondiente de la Sociedad Mexicana de Criminología, Miembro Correspondiente del Instituto de Derecho Penal Comparado de la Universidad Católica de La Plata (Argentina), Profesor Invitado por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y la Universidad de Salzburgo (Austria), Académico Correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, Socio Titular de la Sociedade Sul-Río-Grandese de Criminología (Brasil), Fundador y Director de la Revista Eguzkilore. Cuaderno del Instituto Vasco de Criminología y Profesor consulto extranjero del Doctorado en Derecho de la Universidad John F. Kennedy (Buenos Aires, Argentina).
Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Pau y Países del Adour (Francia) y por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Buenos Aires (Argentina), y recientemente ha sido galardonado con el Premio Hermann Mannheim de Criminología Comparada (1993), la Medalla al Mérito Social Penitenciario (1994), la Medalla Félix Restrepo, S.J., de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia) (2001), la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort (2001), el ‘X Premio de Convivencia’ de la Fundación Profesor Manuel Broseta (2002), el II Premio Internacional Covite, otorgado por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (2003) y el V Premio Fundación José Luis López de Lacalle (2005).
Entre los libros escritos y/o compilados por él destacan:
-Medidas penales en Derecho contemporáneo. Teoría, legislación positiva y realización práctica, Reus, Madrid, 1974, 436 pp.
-Crisis del Derecho represivo (Orientaciones de organismos nacionales e internacionales), Edicusa, Madrid, 1977, 300 pp.
-Cuestiones penales y criminológicas, Reus, Madrid, 1979, 633 pp.
-Fuentes de Derecho Penal Vasco (Siglos XI-XVI) (en colaboración), La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1980, 446 pp.
-Estudios Vascos de Criminología (compilador), Mensajero, Bilbao, 1982, 930 pp.
-La pena-retribución y las actuales concepciones criminológicas, Depalma, Buenos Aires, 1982, 178 pp.
-Estudio criminológico de sentencias en materia penal (en colaboración), Inst. de Criminología, Madrid, 1983, 184 pp.
-Desbideraketa, Bazterketa eta Gizarte Kontrola, Inst. Vasco de Administración Pública, Oñate, 1984, 140 pp.
-Reformas penales en el mundo de hoy (compilador), Edersa, Madrid, 1984, 406 pp.
-El delincuente en la democracia, Ed. Universidad, Buenos Aires, 1985.
-Ciencia Penal y Criminología, Tecnos, Madrid, 1985, 236 pp.
-La droga en la sociedad actual y Nuevos horizontes en Criminología (compilador), CAP., San Sebastián, 1985, 406 pp.
-Problemas criminológicos, Inst. Nacional Ciencias Penales, México, 1985, 334 pp.
-Las víctimas del delito (compilador), Cuadernos de Extensión Universitaria, UPV/EHU, Bilbao, 1988, 160 pp.
-Cárcel de mujeres. Ayer y hoy de la mujer delincuente y víctima (compilador), Mensajero, Bilbao, 1989, 226 pp.
-Criminología y dignidad humana (Diálogos), Depalma, Buenos Aires, 1989, 202 pp., (co-autor), 2ª edición 1991; 3ª ed., Facultad de Ciencias Jurídicas, Pontificia Universidad Javeriana, Santafé de Bogotá, 1997.
-Victimología (compilador), VIII Cursos de Verano en San Sebastián, UPV/EHU, San Sebastián, 1990, 236 pp.
-Elogio criminológico de la locura erasmiana universitaria. Lo religioso en lo jurídico, Lección Inaugural del Curso Académico 1990-1991 de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 1990, 72 pp.
-De Leyes penales y de Dios legislador (Alfa y Omega del control penal humano), Edersa, Madrid, 1990, 544 pp.
-La violencia ayer, hoy y mañana (compilador), Cuadernos de Extensión Universitaria, UPV/EHU, Bilbao, 1990, 128 pp.
-Heriotz Zigorra, Colección Gero, Ediciones Mensajero, Bilbao, 1991, 144 pp.
-Eutanasia: Dignidad y muerte (y otros trabajos), Depalma, Buenos Aires, 1991, 172 pp.
-Ignacio de Loyola, Magister Artium en París 1528-1535 (Director: J. Caro Baroja; Compilador: A. Beristain), Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián, San Sebastián, 1991, 752 pp.
-Los calabozos. Centros de detención municipales y de la Ertzaintza (en colaboración), Ed. Ararteko-Universidad del País Vasco, Vitoria-Gasteiz, 1991, 124 pp.
-Inseguridad y vida ciudadana (compilador), Cuadernos de Extensión Universitaria, UPV/EHU, Bilbao, 1991, 130 pp.
-Pío Baroja y el criminólogo. Eguzkilore. Cuaderno del Instituto Vasco de Criminología (compilador), núm. 4 extraordinario, San Sebastián, 1991, 246 pp.
-Investidura de Doctor Honoris Causa. Günther Kaiser, Rufus H. Ritchie (compilador), Universidad del País Vasco, San Sebastián, 1992, 162 pp.
-La Criminología frente al abuso de poder (compilador), IX Cursos de Verano-II Cursos Europeos, Ed. Universidad del País Vasco, San Sebastián, 1992, 162 pp.
-Capellanías penitenciarias. Congreso Internacional de jesuitas y colaboradores (en colaboración), Instituto Vasco de Criminología, San Sebastián, 1993, 132 pp.
-Cárceles de mañana. Reforma penitenciaria en el tercer milenio (compilador), Instituto Vasco de Criminología, San Sebastián, 1993, 180 pp.
-Nueva Criminología desde el Derecho penal y la Victimología, Tirant lo Blanch, Valencia, 1994, 404 pp.
-Criminología, Victimología y cárceles, 2 tomos, Pontificia Universidad Javeriana, Santafé de Bogotá, 1996, 394 pp. (tomo I), 328 pp. (tomo II).
-Jóvenes infractores en el tercer milenio, Facultad de Derecho, Universidad de Guanajuato, México, 1996, 350 pp.
-Epistemología penal-criminológica hacia la sanción reparadora (Narcotráfico y alternativas de la cárcel), Colección Archivo de Derecho penal, núm. 4, Universidad Autónoma de Sinaloa, México, 1996, 332 pp.
-De los delitos y de las penas desde el País Vasco, Dykinson, Madrid, 1998, 344 pp.
-Criminología y Victimología. Alternativas re-creadoras al Delito, Leyer, Santafé de Bogotá (Colombia), 1998, 324 pp.
-Futura Política Criminal en las Instituciones de Readaptación Social. (Los derechos humanos de las personas privadas de libertad), Secretaría de la Gobernación, México, 1999, 396 pp., Compilador, Francisco Galván González.
-Nuevas Soluciones Victimológicas, Centro de Estudios de Política Criminal y Ciencias Penales, México, 1999, 328 pp.
-Victimología. Nueve palabras clave, Tirant lo Blanch, Valencia, 2000, 622 pp.
- Protagonismo de las víctimas de hoy y mañana (Evolución en el campo jurídico penal, prisional y ético), Tirant lo Blanch, Valencia, 2004, 398 pp.
- De Dios legislador en el Derecho Penal, la Criminología y la Victimología, Porrúa, Universidad Iberoamericana, México, 2005, 280 pp.
Así mismo, ha publicado más de cuatrocientos artículos en revistas nacionales y extranjeras (en castellano, alemán, catalán, euskera, francés, gallego, holandés, inglés, italiano, japonés, polaco y portugués) y ha pronunciado más de un centenar de conferencias en Universidades y Centros de Investigación de Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Hungría, Inglaterra, Israel, Italia, México, Perú, Polonia, Uruguay y Venezuela.
Ha colaborado, como miembro de la Comisión Ministerial, en la preparación de la Ley General Penitenciaria española. Procura trabajar, en equipo multidisciplinar, para el desarrollo no-violento de los Derechos del hombre y de los pueblos, la investigación crítica, pero conscientemente conciliadora, del Derecho penal tradicional y la Criminología sociológica, la actualización en justicia de las estructuras económico-político-culturales de la sociedad. Intenta armonizar acción y contemplación con la mira puesta en la nueva percepción de lo transcendente-inmanente.
La importancia de la tarea investigadora y docente del Profesor Beristain Ipiña ha dado lugar a la creación de una amplia y prestigiosa escuela criminológica, proporcionando especial proyección como puente entre Europa e Iberoamérica.
En palabras del Profesor Dr. Hans-Heinrich Jescheck, Presidente de la Asociación Internacional de Derecho Penal y Director Emérito del Instituto Max-Planck de Derecho Penal extranjero e internacional de Friburgo de Brisgovia, "Los elementos básicos de la obra científica del Profesor Beristain, que permiten caracterizarla como la de ningún otro penalista o criminólogo, son la penetración del Derecho Penal y de la teoría del delito por las exigencias centrales de la ética cristiana, así como un apasionado afán de reforma, en gran medida apoyado por su experiencia religiosa. A esto se añade en él... la objetividad en la presentación de los diversos problemas, en especial en el tratamiento de las posiciones de los demás, la contundencia en la fundamentación de las propias opiniones, la rica documentación y la toma en consideración de los resultados procedentes de otras ciencias, aquí, en particular, de las ciencias sociales empíricas".
(Más datos en J.L. de la CUESTA, I. DENDALUZE, E. ECHEBURUA (Comps.) (1989): Criminología y Derecho Penal al servicio de la persona. Libro-Homenaje al Prof. Antonio Beristain, Instituto Vasco de Criminología, San Sebastián, 1.254 pp.)
Antonio Beristain Ipiña nació en Medina de Rioseco (Valladolid) el 4 de abril de 1924.
Se formó académicamente y ha trabajado hasta nuestros días en el País Vasco. Inició sus estudios en formación humanística, en Orduña (Vizcaya, 1943-1947), filosófica, en Oña (Burgos, 1947-1950), jurídica (Oviedo y Valladolid, 1951-1953) y teológica (Frankfurt am Main, 1953-1957).
Continuó su labor investigadora y docente en la Universidad de Deusto (1958-1967); alternando con las Universidades de Valladolid (1967-1968), Madrid (1968-1970) y Oviedo (1970-1973). En 1973 se incorporó a la Universidad del País Vasco para dirigir el Departamento de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de San Sebastián.
Por su prolífica labor universitaria, académica, científica y humanística ha recibido muchos premios y distinciones: en 1973 recibió la Medalla del "The Hebrew University of Jerusalen".
En 1977 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Pau y de los Países del Adour (Francia).
En 1993 le fue otorgado el Premio "Hermann Mannheim" por la Sociedad Internacional de Criminología, por su contribución a la Criminología Comparada.
En 1994 recibió la Medalla al Mérito Social Penitenciario, por sus investigaciones en torno a la problemática del mundo penitenciario. También recibe la Medalla Félix Restrepo, S.J., de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia, 2001) así como la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort (2001).
En años recientes, su labor académica y humanista en el tema de las víctimas del terrorismo fue reconocido con el X Premio de Convivencia de la Fundación Manuel Broseta (Valencia, 2002) y el II Premio Internacional del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (2003).
En la actualidad es Catedrático Emérito de Derecho Penal, Director Honorario del Instituto Vasco de Criminología -del que fue fundador en 1976-, y Presidente del Centro Internacional de Investigación sobre Delincuencia, Marginalidad y Relaciones Sociales. Miembro del Consejo Científico (1975-1980) y Miembro del Consejo de Dirección (1980-continúa en la actualidad) de la "Sociedad Internacional de Criminología". Es también Miembro del Consejo Editorial de diversas revistas científicas nacionales y extranjeras.
La influencia de su obra y de sus propuestas incidió en importantes textos legislativos: la Ley Orgánica General Penitenciaria (1979), diversas reformas del Código penal, el Código penal de 1995 y las reformas a la legislación del año 2000, reguladora de la responsabilidad penal de los menores. Sus trabajos y publicaciones le presentan como auténtico precursor del desarrollo de la Criminología española y, en nuestros días, de la Victimología. Continúa dictando conferencias y cursos en las principales Universidades de Europa y de América.
Semblanza a D. Antonio Beristain
Hay pocas personas que sepan más del dolor que el profesor Beristain. Y no porque la vida le haya tratado mal, sino porque él ha decidido conocer a fondo el sufrimiento, ha decidido sufrir con el otro, ponerse en el lugar del otro. Como ha dicho en alguna ocasión, él quiere vivir con y hacia los demás; comprometido con los que sufren, como hombre de espíritu trascendente.
No sé con certeza si ese hubiera sido su camino de no haber optado por el sacerdocio, pero me atrevo a decir que sí. Hay personas que tienen ese don, esa vocación de ayudar, estén donde estén. Le vamos a escuchar dentro de unos minutos. Sus palabras se han empapado siempre de las tragedias y las ilusiones de los demás. Se ha formado y reformado en Centroeuropa y Latinoamérica, inmensos territorios en permanente transformación, siempre a la búsqueda de una justicia que dé esperanza al futuro y paz a la memoria.
Dice el profesor Beristain que su mesa de trabajo se apoya en cuatro patas: criminología, victimología, teología interconfesional y derecho penal, del que espera una evolución que le permita ser más manantial que balanza. Buscador incansable de la verdad, cree que el Código Penal ha de reconocer con más intensidad el rol social de las víctimas. Para él, las macrovíctimas del terrorismo son desconocidas en toda su dignidad y merecen un calificativo distinto al de damnificado, porque su nombre, dice, debe ser más noble, amplio y trágico. Las víctimas tienen que ser reconocidas como protagonistas axiológicos, como esos hombres dolientes que no pueden dejar de dolernos.
No resulta fácil trazar el perfil de este intelectual marcado por la inquietud, que se considera un vasco ciudadano del mundo. Un partidario de ese “todo fluye de Heráclito” que le conduce a declararse visceralmente evolucionista. Un jesuita que se ha atrevido a declarar al infierno “cerrado por defunción” y que tuvo que acatar la orden del Obispo de San Sebastián, José María Setién, cuando le prohibió celebrar misas, por sentirse solidario y comprometido con el sufrimiento de las macrovíctimas de ETA y del abuso de poder. El profesor Beristain tiene la mirada de quien no cree que haya bestias entre los hombres, aunque sepa que el ángel no predomina en todos (como señala Albert Camus: "En todo hombre hay más cosas dignas de apreciar que de despreciar"). Y tiene las manos de quien se empeña, como escribió Pedro Salinas, en buscar torpemente dentro de los demás para sacar lo mejor. “Perdóname - declama el poeta - por ir así buscándote / tan torpemente, dentro / de ti… / Es que quiero sacar / de ti tu mejor tú / Ese que no te viste y que yo te veo”.
Deusto, Valladolid, Madrid, Oviedo y el País Vasco están en su trayectoria vital y profesional. Se ha especializado en temas penales, en los referidos a criminología, víctimas, asuntos penitenciarios…Es doctor Honoris Causa por la Universidad de Pau y Países del Adour, en Francia, y por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en Buenos Aires. Los galardones y premios que ha ganado son incontables como lo son sus artículos y conferencias, aunque el mejor premio es seguramente esa sensación de que sus alumnos han contribuido más a su formación que él a la de ellos. Hay que saber mucho, para decir eso. Para decir eso y para guardar, como usted guarda, un recuerdo imborrable de sus maestros hacia los que ha mostrado en todo momento su agradecimiento más profundo.
Profesor Beristain, sabemos que su despacho lo preside una calavera que le enviaron los terroristas y que, cuanto más la mira, más se reafirma en que hay que resistir, dudar, y discrepar con respeto, pero sin cobardía.
Hoy hemos presentado la Cátedra que lleva su nombre, un honor para esta Universidad. Desde ella intentaremos, humildemente y siguiendo su ejemplo, no dejar de ser pioneros en el viejo oficio de buscar la verdad.
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